Hay unas condiciones climatológicas en las que se desarrollan los fuegos que, caso de darse en un incendio, solo hay una forma de extinguirlo: atacarlo justo cuando nace o tiene unas dimensiones mínimas.
¿Cuales son estas condiciones en los que el fugo se vuelve indomable? Los famosos tres treintas: Por encima de treinta grados de temperatura, por debajo del 30% de humedad y vientos superiores a 30 nudos (55 km/h)
Cuando se dan estos tres elementos juntos, y cuando el frente ya ha crecido un poco, ni tirando agua con portaaviones seríamos capaces de extinguirlo: mientras haya combustible y esas condiciones permanezcan, no hay quien lo apague. Se extinguirá cuando se acabe el combustible o llegue a los límites de parajes donde no pueda avanzar.
El fuego avanza a una velocidad de vértigo. Delante del frente y a distancias increíbles (a veces mas de 100 metros) se van creando nuevos frentes dando la sensación de que algún pirómano va por delante del fuego creando nuevos focos. El motivo es que las pavesas, sobre todo cuando se trata de bosque de pino , vuelan ayudados por el viento y donde caen crean un nuevo foco secundario.
Se dice que el pino es un árbol pirómano. Los bosques de pino se reproducen y extienden gracias al fuego. Cuando arde un pino, las piñas explotan debido a la temperatura de la resina que contienen . Los piñones salen disparados con sus láminas voladoras encendidas, creando allá donde caen nuevos focos de incendio
Estas han sido las condiciones que han vivido en el Peloponeso en los últimos incendios que asolaron Grecia en el presente año 2007.
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